jueves, 9 de mayo de 2013

Prólogo

En una isla perdida del recuerdo, donde sólo sus habitantes conocen su existencia, había un pueblo de seres no tan diferentes a nosotros. es casi imposible de encontrar, ya que no se encuentra en este mundo, ni en esta galaxia. Hijos, aunque parezca imposible, yo estuve con ellos. Deseo con todas mis fuerzas que algún día pudiéramos volver porque conoce a sus padres biológicos. Él es un buen amigos mío del que ya os he hablado muchas veces, pero ella ... de ella no he osado hablaros nunca. Recuerdo como él la describía antes de que ... Decía que sus cabellos eran negros como la oscuridad relajante de la noche y que cuando estaba cerca del resto del mundo se esfumaba. Ellos sus ojos negros y grandes, brillantes como luz de amanecer le daban una sensación como si cada vez que la veía fuera la primera vez y el tiempo se detuviera durante unos segundos que deseaban que fueran eternos. Pero sin duda, todos recordaremos que ella era la base de nuestro grupo, su sonrisa parecía una epidemia de la edad media, inevitablemente contagioso. A veces pienso que todo ha sido un como sueño extraño y nada más, a veces pierdo la esperanza y creo que no volveré a levantar cabeza. Pero miro adelante, os veo a vosotros y lo veo todo claro, lo sé, todo fue tan real como la vida misma. Algún día yo no estaré, y, recibirá este mi escrito. Quiero que tenga bien claro que no tiene que asustar, es posible que empiece a cambiar, es posible que su cuerpo deje de ser lo que era, pero yo no lo sé, todo quedará en manos del azar de la genética . Sí esto sucediera debe protegerse y no contarlo a nadie,. Sí fuera el caso, toda la verdad sobre vosotros, toda mi experiencia, es la poca herencia que puedo dejaros. Ha llegado la hora de saberlo, quienes serán sus padres. Así que empezaré por el principio.

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